Las deudas que adquirimos también pueden clasificarse por el tiempo en que hemos acordado pagarlas. Así nos encontramos con deudas a corto plazo (como las de las tarjetas de crédito) y deudas más largas, como, por ejemplo, las deudas que solicitamos por un crédito vehicular, un préstamo empresarial o un crédito hipotecario. A estas últimas podemos llamarlas deudas a largo plazo.

Lo que necesitas saber sobre las deudas a largo plazo

En general, las deudas que impliquen pagos de cuotas por más de un año pueden calificarse como deudas de largo plazo. Lo ideal es que solo saquemos deudas a largo plazo por montos grandes y para la adquisición de bienes o un uso cuidadosamente planeado. Después de todo, nos comprometemos a pagarlas por años, lo que podría afectar nuestra economía si no ha sido debidamente planificada.

La tasa de interés de las deudas a largo plazo

Hablando propiamente de préstamos, aquellos que adquirimos a largo plazo suelen tener una tasa de interés mayor que los préstamos que adquirimos a corto plazo. Esto se debe a que existe un mayor riesgo en financiar personas o empresas a largo plazo; por ejemplo, que la persona fallezca, que quede desempleada, etc.

Debido a lo anterior, es que la tasa de interés de préstamos a corto plazo se fijan bajo una tasa preferencial, ofrecida por la entidad financiera, mientras que, las deudas a largo plazo, están aseguradas con plazos fijos de reembolsos equivalentes al tiempo de duración del trato. En muchos casos, además, las deudas a largo plazo implican que el solicitante ofrezca una garantía o aval a la entidad financiera.

El propósito de tu compra te ayudará a definir qué tipo de deuda necesitas

Las entidades financieras nos facilitan mucho esta decisión, ya que tienen un producto para cada necesidad, así no ofrecen préstamos personales para la adquisición de un carro o de una casa; puesto que las mensualidades serían altas para poder concluir el pago en un corto tiempo; por otro lado, tampoco ofrecen crédito hipotecarios (con cuotas que superan los cinco años) para, por ejemplo, pagar un viaje, ya que se extendería mucho el tiempo de pago para un fin temporal.

¿Cuándo adquirir una deuda a largo plazo?

Adquirir una deuda a largo plazo es una buena idea cuando se trata de una inversión; la compra de un inmueble por ejemplo, lo es. En este caso solo tendrías que juntar la cuota inicial de la propiedad y financiar el resto con el banco; así no tendrías que esperar 10 o 20 años a juntar el dinero suficiente para mudarte; lo que pensabas ahorrar puede ir en el pago de las mensualidades de la hipoteca.

¿Tienes deudas a largo plazo que se te hacen difíciles de pagar? ¿Te has retrasado en alguna? Aunque el método bola de nieve puede ser una opción, es mejor contar con la asesoría financiera que necesitas; ¡Contacta con alDía! Si bien no ofrecemos préstamos ni compras de deudas, tenemos programas para ayudarte a regular tus pagos atrasados y liquidarlos. Conoce más de nuestros planes MI Junta y Pool contactándonos al al whatsapp +51938871249 o llamándonos al (01) 418 1933.